Wifi es con W, pero el juego en el suelo «con V». Posturas inadecuadas para jugar en el suelo

En el Centro de Desarrollo Infantil y Atención Temprana HIGEA, velamos por favorecer la promoción del desarrollo de nuestros peques. Una evolución armónica requiere de la implicación de la familia. De ahí la importancia de ofrecer ciertas pautas o recomendaciones que propicien una correcta evolución. Os dejamos algunos consejos para  jugar en el suelo con los niños/as con una posición adecuada.

Desde los primeros meses de vida, el suelo constituye un lugar excepcional para favorecer el desarrollo motor y cognitivo de nuestros peques. De ahí que continuamente te animemos a que ofrezcas a tu niño/a la posibilidad de estar en el suelo jugando. Sin embargo, a medida que el niño/a va alcanzando hitos motores y es capaz de permanecer sentado sin apoyos, es posible que tienda a sentarse en el suelo de una forma muy peculiar, con la denominada “postura en W” (apoyan la parte interna de  la pierna, incluidas las rodillas y los tobillos se encuentran en rotación externa). Esta posición que para los adultos parece imposible de reproducir, a los niños les genera una mayor estabilidad. Aunque el niño/a se sienta más seguro (dado que cuenta con un mayor apoyo), esta posición  genera grandes perjuicios.

-Dado que las rodillas y tobillos tienen una rotación excesiva, pueden sufrir contracturas en los músculos de estas articulaciones. Tal vez en el momento en el que permanecen jugando no sean conscientes pero, más adelante, sentirán dolor, llegando, incluso, a alcanzar la zona lumbar.

-Existe cierta predisposición a tener pies planos al “abusar” de esta postura.

-Esta posición implica una rotación de la cadera hacia adentro. Como consecuencia, la parte interna de las piernas sufre demasiada presión, pudiendo desarrollar contracturas en pelvis y cadera.

-El niño/a que habitualmente juega sentado en W, puede desarrollar problemas de equilibrio. Además, el desarrollo de la musculatura abdominal y de la espalda se ven comprometidos.

-Esta posición, debilita, así mismo, los músculos abductores, rotadores externos y extensores de cadera, por lo que puede llevar a los niños a desarrollar una marcha con los pies hacia adentro.

Para evitar todas estas consecuencias, sugiere alternativas a tu niño/a. Pídele que se siente con las piernas cruzadas (posición de indio) o estiradas. Es recomendable, además, que fomentes el cambio postural (evitando que permanezcan un tiempo excesivo en la misma posición).

Recuerda hacer todas estas sugerencias a tu niño/a de forma sutil y relajada. No es conveniente que perciba tu preocupación.

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